La historia del employer branding: Por qué llegó para quedarse

En la contratación moderna, destacar no consiste sólo en ofrecer salarios y prestaciones competitivos, sino también en crear una employer branding convincente. Un asombroso 72% de los solicitantes de empleo afirman que una employer branding positiva les haría más propensos a solicitar empleo en una empresa. Pero, ¿qué significa exactamente employer branding?

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La historia del employer branding es esencialmente la reputación de una empresa como empleador. Es la percepción de cómo es trabajar allí, construida desde dentro hacia fuera y amplificada al mundo exterior. Se trata de mostrar la cultura de la empresa, sus valores y las experiencias de los empleados para atraer y retener a los mejores talentos.

¿Por qué es importante? Una employer branding fuerte es algo más que un detalle; es un activo estratégico. Puede reducir drásticamente los costes de contratación, ya que es más probable que los mejores candidatos se dirijan a empresas con una reputación positiva. Además, fomenta una mano de obra más comprometida, lo que se traduce en un aumento de la productividad y de las tasas de retención. Y no olvidemos el impacto en la reputación general de su empresa: una employer branding fuerte puede mejorar la percepción de sus clientes.

El concepto de employer branding no es nuevo. Ha evolucionado con el tiempo, moldeado por los cambios económicos, los avances tecnológicos y las expectativas cambiantes de los trabajadores. Repasemos la historia de la employer branding para comprender su evolución y por qué es una piedra angular del éxito empresarial moderno.

Las raíces del employer branding: Antes de 1900-1980

Las semillas del employer branding se sembraron hace siglos. Incluso en la era preindustrial, los artesanos cualificados buscaban empleadores que les ofrecieran una remuneración justa, condiciones de trabajo seguras y oportunidades de crecimiento. Estas primeras prácticas, aunque rudimentarias, sentaron las bases de lo que hoy reconocemos como employer branding.

A principios del siglo XX surgieron los programas de identidad corporativa. Empresas pioneras como Ford, bajo el liderazgo de Henry Ford, empezaron a dar prioridad al bienestar de los empleados con iniciativas como la jornada laboral de cinco dólares y la mejora de las condiciones de trabajo. Este enfoque en el bienestar de los empleados fue un paso importante para dar forma a la reputación de una empresa como empleador deseable.

El 5 de enero de 1914, Henry Ford sorprendió al mundo duplicando los salarios de Ford Motor Company a 5 dólares diarios. Esta medida sin precedentes fue noticia en todo el mundo y suscitó un intenso debate. ¿Fue un gesto filantrópico, una decisión empresarial estratégica para combatir la elevada rotación de personal o un calculado truco publicitario? Aunque la verdad probablemente combina estos elementos, la audaz medida de Ford marcó innegablemente un punto de inflexión en las relaciones laborales.

Al mismo tiempo, el campo de las relaciones públicas ganaba terreno. Las empresas se dieron cuenta de que su imagen, incluida la forma en que eran percibidas como empleadores, era un activo valioso. Mediante una cuidadosa elaboración de su imagen pública, las empresas podían influir en la opinión pública y atraer a los mejores talentos.

En las décadas de 1960 y 1970 se produjo un cambio de paradigma: los principios del marketing empezaron a infiltrarse en el ámbito de la contratación. Las empresas empezaron a utilizar la publicidad dirigida, haciendo hincapié en las ventajas de trabajar para su organización. Los testimonios de los empleados y los estudios de casos se convirtieron en poderosas herramientas para mostrar la cultura de la empresa y atraer a candidatos afines.

Fue durante este periodo cuando empezó a tomar forma el concepto de Propuesta de Valor para el Empleado (EVP). La EVP es esencialmente una promesa a los empleados sobre lo que la empresa ofrece a cambio de sus contribuciones. Esto marcó un cambio hacia un enfoque más estratégico y centrado en el empleado de la marca del empleador.

La evolución de la employer branding: Década de 1990-Actualidad

La llegada de Internet revolucionó la forma en que las empresas se ponen en contacto con los empleados potenciales. La década de 1990 fue testigo del auge de los portales de empleo y los sitios web de las empresas, que transformaron el panorama de la búsqueda de empleo. Una fuerte presencia online se convirtió en esencial para atraer talento. Las empresas que aprovecharon eficazmente estas plataformas para mostrar su employer branding obtuvieron una ventaja competitiva.

Aunque Internet abrió nuevas puertas, el verdadero impacto en la marca del empleador se desarrollaría en las décadas siguientes. La década de 2000 marcó la era de la prueba social. Surgieron plataformas como Glassdoor y LinkedIn, que dieron voz a los empleados. Las opiniones de los empleados y las valoraciones de las empresas se hicieron públicas, alterando radicalmente la dinámica empleador-empleado. Lo que los candidatos pensaban de una empresa importaba más que nunca. La gestión de la reputación se convirtió en un componente fundamental de la marca del empleador, ya que las empresas se esforzaban por abordar los comentarios negativos y amplificar las experiencias positivas.

Esta época también marcó un cambio en el paradigma de la employer branding. Ya no era una calle de sentido único. Los empleados se convirtieron en embajadores de la marca, compartiendo sus experiencias en las redes sociales. Las empresas que fomentaron un entorno de trabajo positivo y permitieron a sus empleados defender la marca cosecharon los frutos de un mayor compromiso y lealtad de los empleados.

La revolución de los datos de los últimos años ha transformado aún más el employer branding. Las empresas tienen ahora acceso a enormes cantidades de datos sobre sus empleados, candidatos y el mercado de talento en general. Estos datos pueden aprovecharse para personalizar el proceso de contratación, adaptar los mensajes de employer branding a públicos específicos y medir la eficacia de las iniciativas de employer branding.

Los análisis avanzados pueden ayudar a identificar tendencias en la satisfacción de los empleados, automatización de la contratación, la rotación y el comportamiento de los candidatos. Al comprender estos patrones, las empresas pueden tomar decisiones basadas en datos para optimizar su employer branding y mejorar la adquisición y retención de talento. El auge de las herramientas y plataformas de employer branding basadas en el análisis de datos permite a las empresas racionalizar sus esfuerzos de employer branding y obtener mejores resultados.

Por qué el employer branding está aquí para quedarse

El employer branding no es una moda pasajera; es un imperativo estratégico para las empresas en el panorama competitivo actual. La guerra por el talento es más feroz que nunca. Con una economía globalizada y una reserva de talento cada vez menor, las empresas deben diferenciarse para atraer y retener a los mejores. Una employer branding fuerte da a las organizaciones una clara ventaja en esta batalla.

Además, la mano de obra está cambiando rápidamente. Los Millennials y la Generación Z, con su énfasis en el equilibrio entre la vida laboral y personal, la cultura de empresa y el trabajo con un propósito, exigen más de sus empleadores. Construir una employer branding fuerte que resuene con estos valores es crucial para atraer y comprometer a este segmento de talento crítico.

Las redes sociales han amplificado la importancia de la marca del empleador. Plataformas como LinkedIn, Instagram y TikTok han dado voz a los empleados y a quienes buscan empleo. Los comentarios en línea, el contenido generado por los empleados y las conversaciones en las redes sociales pueden influir rápidamente en la percepción pública de una empresa como empleador. Una employer branding positiva puede impulsar la lealtad a la marca, atraer a los mejores talentos e incluso influir en el sentimiento de los clientes.

El impacto del employer branding va más allá de la gestión de la reputación. Ofrece resultados empresariales tangibles. Las empresas con una employer branding fuerte a menudo experimentan una reducción de los costes de contratación, ya que atraen a un mayor número de candidatos cualificados. Además, una employer branding positiva fomenta una mano de obra más comprometida, lo que conduce a una mayor productividad, mayores tasas de retención y una mayor satisfacción de los empleados. Todos estos factores contribuyen a mejorar la cuenta de resultados.

La employer branding no es un lujo, sino una necesidad para las empresas que quieren prosperar en la era moderna. Es una herramienta poderosa para atraer a los mejores talentos, crear una plantilla de alto rendimiento y mejorar la reputación general de la empresa.

Construya su marca de empresa para el futuro

Desarrolle una EVP clara

Para mantener una employer branding fuerte, son esenciales el esfuerzo y la evolución continuos. Una Propuesta de Valor para el Empleador (EVP) clara y convincente es la piedra angular. Su EVP es la promesa única que su empresa hace a los empleados. Define lo que le diferencia de la competencia y describe las ventajas y recompensas que pueden esperar los empleados. Una EVP bien elaborada atrae y retiene el talento alineado con la cultura de su empresa.

Invierta en la promoción de los empleados

Los empleados son los más poderosos defensores de su marca. Invertir en la promoción de los empleados significa cultivar un entorno de trabajo positivo en el que los empleados se sientan orgullosos de representar a su empresa. Proporcióneles las herramientas, los recursos y las oportunidades para compartir sus experiencias. Fomente la comunicación abierta, celebre los éxitos y anime a los empleados a contribuir al crecimiento de la empresa.

Adopte una narrativa auténtica

La autenticidad es clave en el mundo transparente de hoy. Comparta historias genuinas sobre la cultura de su empresa, sus valores y las experiencias de sus empleados. Utilice la narración de historias para conectar con los candidatos potenciales a un nivel emocional. Destaque los logros, retos y oportunidades de crecimiento de los miembros del equipo. El contenido auténtico genera confianza y resuena con los solicitantes de empleo que buscan una empresa que se alinee con sus valores personales.

Medir y adaptar

Por último, el employer branding es un proceso continuo. Para medir su eficacia, realice un seguimiento de las métricas clave, como el tiempo necesario para cubrir vacantes, la rotación de empleados, la calidad de los candidatos y el conocimiento de la marca del empleador. Utilice los datos para identificar áreas de mejora y tomar decisiones basadas en datos. Evalúe periódicamente su employer branding y adapte sus estrategias para seguir siendo relevante en un mercado laboral dinámico.

Recuerde que crear una employer branding sólida es una inversión a largo plazo. Centrándose en su EVP, capacitando a los empleados, adoptando la autenticidad y midiendo su impacto, puede crear una ventaja competitiva duradera y atraer a los mejores talentos.

Marca de empresa: Una piedra angular para el éxito futuro

Desde sus humildes comienzos como medio para atraer a trabajadores cualificados hasta su estatus actual como imperativo empresarial estratégico, la employer branding ha recorrido un largo camino. Lo que empezó como incentivos básicos y esfuerzos de relaciones públicas ha evolucionado hasta convertirse en una compleja interacción de gestión de la reputación en línea, experiencia del empleado y estrategias basadas en datos.

La employer branding ya no es opcional; es esencial para las empresas que quieren prosperar. Para embarcarse en su viaje de employer branding, explore estrategias como el desarrollo de una EVP sólida, la inversión en la defensa de los empleados y el aprovechamiento de la narración auténtica. Recuerde medir sus esfuerzos y adaptar su enfoque en función de los datos obtenidos.

A medida que se intensifica la competencia por el talento, una employer branding fuerte será el factor diferenciador para el éxito. Al invertir en employer branding, no sólo está construyendo una reputación, sino un futuro sostenible para su organización.

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Claudia
Claudia
Claudia está a cargo de Recursos Humanos y se encarga de "todo lo relacionado con la gente" (que es un montón). Nativa de Rumania, le encanta viajar, sobre todo en coche (le fascina conducir). Además, lleva diez años practicando ejercicio físico.
 

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